Pero también en múltiples ocasiones la susodicho organización internacional se ha mostrado muy solicita para designar como proceso limpios y transparentes los fraudes más colosales de la región entre los que se incluye nuestro país como fue el caso de los comicios electorales del año 2016 en los que el gánster Danilo Medina fue exhibido como ganador con el 62 por ciento de los votos emitidos en casi la totalidad de los recintos electorales, resultados que ni con la intervención de santos, arcángeles y querubines podría ser posible.
Entiendo pertinente decir aquí que me correspondió ser parte de la comisión de Dominicanos Unidos Contra el Fraude Electoral (DUCFE) que visitó sede de la O.E.A en la capital de este país para protestar y denunciar la mayúscula estafa electoral efectuada en mi país. Y ya estando frente a los oficiales que nos recibieron nos tocó escuchar con estupor y náuseas de boca de semejantes funcionarios que “ellos no vieron nada de lo que nosotros denunciábamos”.
También es digno de mención el caso del hermano pueblo de Bolivia donde después del triunfo electoral de su líder Evo Morales la nefasta OEA se despacha por vía de su Secretario General el señor Almagro, invalidando las referidas elecciones con el pseudo argumento de que fueron electrónicamente manipuladas, cosa está que la propia Organización de Naciones Unidas (ONU) desmintió contundentemente, pero después del palo “dao” ni Dios lo quita.
Ahora resulta que ante la incapacidad y la intención dañosa del presidente dominicano y sus áulicos del PLD se designa a la inefable OEA para investigar las causas y razones por las cuales fueron suspendidas las elecciones municipales en mi país el pasado 16 de febrero llenando de asco y espanto a casi toda la población que se levantó temprano para ejercer el sagrado derecho del sufragio para recibir al cabo de par de horas una puñalada trapera de parte de la Junta Central Electoral y la plataforma corrupta que nos desgobierna.
Que queda por decir? Que la OEA y Almagro son artífices en tramposerías y que no nos extrañemos que hagan lo mismo que haría Drácula si lo ponen a vigilar un banco de sangre. Que se sepa, ya Almagro ha dicho varias veces que el 16 de febrero próximo pasado no hubo nada malo. Esperemos.
Por Marino Mejía