La principal tragedia del Reformismo, ha consistido en que su dirección política desde hace muchos años, gira en torno a los intereses particulares de una parte minoritaria de su cúpula.
Han tenido la habilidad de ponerse de acuerdo para tomar las decisiones relevantes, no en beneficio del colectivo sino de ellos mismos.
Todo eso ha sucedido ante la mirada complaciente de dirigentes sin carácter, que por mantener una alta posición jerárquica en el partido, han preferido ser cómplices por omisión.
He justo reconocer que ha habido algunas excepciones con posiciones disidentes, pero de escaso impacto en las decisiones políticas relevantes.
Mientras el PRSC esté dirigido por esos insaciables aristócratas, no tendrá perspectiva democrática de crecimiento cuantitativo ni cualitativo.
Si el estado de secuestro institucional en que se encuentra el PRSC en este momento, se extiende hasta el 2022, empecemos a troquelar la lápida de quien en vida se llamó: Partido Reformista Social Cristiano.
Que Dios siempre nos ilumine el camino a seguir.
Por Freddy Roa