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La realidad del bodeguero y el Covid-19 en Nueva York

NEW YORK.- Lo que se suponía, ya es un hecho conocido. Hay bajas personales entre los bodegueros de Nueva York. Y nosotros, a nombre del colectivo que los representa, no podemos guardar silencio ante esta triste realidad.

Las bodegas, por su conexión con la comunidad y su dinámica operativa, somos centros de “alto riesgo” en esta crisis que nos trae esta epidemia de Covid-19. Tanto los operadores, como sus empleados -que por lo general son familiares y compatriotas- estamos expuestos al contagio diariamente.

A esta fatal realidad, se le agregan las dificultades económicas que vienen con la crisis misma. Las ventas disminuyen al tiempo que los gastos se multiplican. Esta combinación nos lleva a una situación desesperante y ya muchos han tenido que cerrar, perdiendo el sostén de sus familias y el de sus empleados.

Nuestra asociación ha hecho esfuerzos significativos para mantener el servicio que ofrecemos a la comunidad, pero estamos en un estado de franca calamidad. Sin embargo, aún con nuestras necesidades, aspiramos a que primero se atienda a la lucha colectiva contra la enfermedad, al tiempo que se le busca salidas compensatorias -por parte de la ciudad, el estado y el gobierno federal.

Lo primero es que se instalen centros para detectar el virus en los sectores mas pobres y poblados de nuestra ciudad. Lo segundo que se vaya en auxilio de los mas necesitados, a fin de que se le facilite el tratamiento a tiempo y tercero, que se apoyen las familias suministrándoles alimentos, medicinas y algún soporte económico, pues, han perdido sus trabajos.

En ese orden hemos estado asistiendo a la comisionada estatal de los Derechos Humanos de NYS, Ángela Fernández en su iniciativa de repartir alimentos semanalmente en su tiempo libre, a los mas necesitados. Entregamos cientos de mascarillas de protección entre los bodegueros, no importa si son o no parte de nuestra asociación y les suministramos los letreros que advierten a los consumidores sobre la necesidad de usar las mascarillas al entrar a las bodegas, para evitar las multas que disponen las autoridades.

Hemos insistido con los bodegueros de NYC en instalar una barrera plástica transparente, para protección suya y de sus empleados; y desde luego, recomendamos y demandamos de los clientes que usen sus mascarillas y guantes, aunque, no le negaremos el servicio si entran a nuestros negocios, por razones puramente humanitarias y de seguridad.

Paralelamente con estas actividades, estamos demandando del Gobierno que se respalde a los bodegueros con los programas de “Coronavirus Relief” que se ejecutan con otros sectores productivos. De manera muy especial, solicitamos ayuda de la agencia Small Business Administration SBA, que debe y puede diseñar proyectos de compensación, en virtud del “alto riesgo” de desaparecer que corren las bodegas y los otros pequeños negocios.

Para finalizar esta entrega -que habrá de ser bisemanal- solicitamos a todos los bodegueros que instalen la aplicación “My Bodega online”, y que tiene el propósito de facilitar la compra desde cada hogar, sin tener que llegar hasta las bodegas, evitando así el contacto entre el bodeguero y sus clientes.

Este utilísimo App, ha sido desarrollado por José Bello, con los auspicios de Bodegas & Small Business Group, presidida por quien escribe. Es un instrumento de trabajo totalmente gratuito para las bodegas que lo soliciten durante la epidemia y para instalarlo sólo hay que descargar la aplicación de “My Bodega Online” o llamar a Frank Marte (646) 281-9335.

¡Con el esfuerzo de todos, venceremos esta calamidad!

Frank Marte
Ceo Bodegas & Small Business Group Inc.
Movil (646) 281-9335

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