Ante la falta de planes, improvisación total y pérdida del rumbo de la República Dominicana, que a su vez ha provocado la caída en picado de la imagen del gobierno de Luis Abinader, pareciera que sus muy bien pagados asesores de imagen decidieron tratar de atajar el tobogán en que se desliza la imagen presidencial con algunas medidas que incluyen un denominado ¨Diálogo Nacional¨.
Son muchas las urgencias que tiene este gobierno, entre ellas equilibrar las cuentas públicas planteando una reforma fiscal que afectará los bolsillos de las clases medias y los más pobres, tratar de justificar el dispendio de recursos realizado tomando como excusa la pandemia de covid-19, algún día sabremos todos los actos de corrupción que podrían haber sido cometidos bajo la sombrilla de los estados de emergencia y un sin número de problemas que se suman a los que ya teníamos.
Solo que la convocatoria al diálogo centra la atención de la presidencia en un solo punto, es el único al que se refiere Abinader como objetable en una discusión abierta, y se trata de una reforma a la constitución que habilite una candidatura del ex presidente Danilo Medina, y eso es más que notable porque durante todo el año que lleva su gobierno la preocupación de Luis Abinader y sus Aliados, ha sido la destrucción del PLD y el liderazgo que mantiene Danilo sobre una gran parte de la población.
Ahora que está de moda la palabra ¨rebrote¨, refiriéndose a la aparición de casos de covid a pesar de la vacunación, parece que Luis Abinader y su aliado en las pasadas elecciones Leonel Fernández, están más que conscientes y tienen un auténtico temor, de que a pesar de todos los esfuerzos que han realizado en contra del PLD como institución política, y Danilo en lo particular, ha sido imposible extirparlo del favor de grandes núcleos de la población dominicana, y mantiene un liderazgo que ha resistido la verborrea de uno y los abusos del otro.
Si alguien tenía dudas de que los casos judiciales que se han llevado a cabo han tenido solo objetivos políticos, que observe cual es el punto donde Abinader y Fernández coinciden: que no se modifique la constitución y en el tema del nunca que impuso Leonel en la reforma del 2010, con el único objetivo de abrirse paso en cualquier momento a ser candidato a la presidencia, a lo cual debe tener derecho todo dominicano, excepto Danilo.
Solo que se equivocaron en los tiempos, porque lo cierto es que Medina está concentrado totalmente en salvar el partido que fundó Juan Bosch, de la ola de descrédito a que ha sido sometido en los últimos tiempos, y parece que lo ha estado logrando, con mucho trabajo y esfuerzo personal, y la muestra de ello es que sus adversarios solo le temen a su nombre en el ¨dialogo¨ y él es protagonista aunque no esté sentado en una silla en el Consejo Económico y Social.
No hay dudas de que es el liderazgo de Danilo lo que está haciendo resurgir al PLD del hoyo en que lo han querido meter sus adversarios políticos, y que el temor a la sangre nueva que le tienen los representantes de la vieja política solo puede venir de un partido renovado como ya se va configurando el PLD pues será el único con la capacidad de presentar una opción diferente a un electorado cada vez más alejado de la política tradicional.
Las matemáticas son una ciencia exacta y no se equivocan, en las elecciones del 2020 una gran parte del electorado que sigue a Danilo sin ser del PLD, se negó a ir a votar, no lo hizo por ninguna de las opciones que se le presentaron, incluso el señor Abinader sabe muy bien que hoy es presidente por dos razones: la primera fue la traición de una parte pequeña pero ruidosa del PLD a lo que era un proyecto estratégico de nación que comenzó en el 2004, y la segunda la gran abstención que se produjo en esas elecciones.
La única realidad concreta es que Abinader es hoy presidente con solo un 26% del total de padrón que dio su voto al PRM y su candidatura, pero además que obtuvo 800 mil votos menos que los que recibió Danilo en las elecciones del 2016, a pesar de que el padrón de electorales era mayor por el crecimiento vegetativo de la población, y eso es una realidad que no va a cambiar hasta las próximas elecciones.
Entonces, si hay una explicación y es porque Danilo sigue siendo una fuerza electoral que gravita tanto sobre la República Dominicana, que es un tema central del ¨dialogo nacional¨ convocado por el gobierno, solo que se han equivocado totalmente en cuanto a las intenciones que tienen Medina y el PLD, el primero sabe que legado desde el punto de vista político es reconstruir desde sus bases, un partido moderno y adaptado a la nueva realidad política que existe en un mundo cada vez más complejo.
Mientras que el PLD como partido, ha entendido muy bien cuál es su papel en esta etapa histórica, sus miembros conocen perfectamente cual es el camino por recorrer, y estos años de oposición están dando la oportunidad de convertir lo que es una corriente de simpatía en una estructura organizacional que será imbatible a nivel electoral, si es que se presentan los candidatos que demanda una población joven que no tiene transferencia afectiva con el pasado.
La obra de gobierno del presidente Danilo Medina está ahí, en la memoria de millones de dominicanos del campo que interactuaron con él en las visitas sorpresa, los otros cientos de miles que crearon una red de pequeñas empresas que crearon riqueza y bienestar a sus hogares, la enorme cantidad de familias beneficiadas por los planes de asistencia social, los más de 3 millones que salieron del umbral de la pobreza, el clima de negocios que condujo a que todos progresáramos con un gobierno que trabajó por y para la gente.
No tengan tanto miedo, la realidad es solo una, Danilo Medina nunca ha pensado en un proyecto personal sino colectivo para el bienestar de los dominicanos más necesitados, y por eso está presente en el subconsciente de los que hoy agreden con sus políticas erradas la subsistencia de millones de familias dominicanas, ¨No Os Desespereis¨ que el tiempo vuela.
Por Humberto Salazar
