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Una multinacional deportiva

Julio Gutiérrez Heredia

Elementos de la canasta familiar no contabilizados

Como una necesidad de organizar, supervisar y desarrollar un incipiente pasatiempo, se creo en el año 1904, una organización capaz de llevar a cabo torneos locales y regionales en diferentes países, atraídos por el auge de ese deporte, denominado “soccer” o “futbol”.

Ante un crecimiento inusitado, de torneos y competiciones, se fueron constituyendo clubes y asociaciones, con el propósito de armonizar intereses y manifestaciones de una fanaticada, cada día mas identificada con los equipos debidamente organizados.

Como consecuencia del auge de un deporte donde solo no se permite el uso de las extremidades superiores, para manejar el balón; excepto, el jugador que ocupa la posición de Portero, se hizo necesaria la creación de una entidad que trazara las pautas y reglas de juego, a nivel local e internacional. Esa institución, tiene el nombre de Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA, por su nombre en inglés). Debido a su popularidad, hasta el momento, el fútbol se juega en más de doscientos países.

En su calidad de organización sin fines de lucro, la FIFA, tiene como principio fundamental: “promover el fútbol, proteger su integridad y llevar el juego a todos”. Por tal virtud, sus ganancias la utilizan en el desarrollo de juegos de campeonatos locales, internacionales y mundiales. El mas famoso y lucrativo es el de la Copa Mundial, cuya asignación para ser sede por un país, se convierte en un cabildeo, donde siempre “gana” el país mejor postor.

Cada cuatro años se celebra el torneo de la Copa Mundial. Este evento, genera una efervescencia en la fanaticada, los sponsors (patrocinadores), las empresas constructoras de edificaciones deportivas y los comerciantes de las boleterías. En todos esos renglones, a la FIFA, representada por sus directivos, les toca “colita”.

De acuerdo a informes estadísticos de los ingresos anuales de la FIFA, durante el periodo 2007 al 2022, en quince años, ha recibido ingresos por cerca de 25 mil millones de dólares. Solo en Rusia y en Qatar (2018 y 2022), los ingresos fueron de US$12,500 millones, aproximadamente. Siendo Qatar, la sede que más dinero reportó a la Federación, unos 7,500 millones de dólares.

En la determinación de la selección del país anfitrión de un evento de la FIFA, se generan, en algunas ocasiones enfrentamientos políticos entre los países interesados en la sede. En ese ambiente las practicas lobistas se convierten en escarceos y espionajes de unos contra otros, donde el perdedor lo acepta “por necesidad”.

Ya el próximo evento, la 23ª edición, a celebrarse en el año 2026, tiene tres aspirantes a la sede de la Copa Mundial, esos países son Estados Unidos, México y Canadá. Conociendo el afán de los directivos de la FIFA de materializar ese campeonato, es posible que se coordine un joint venture entre las tres naciones y, así “ganamos todos”, a sabiendas de los niveles de ingresos que ha venido reportando la Federación en esos torneos mundialistas.

Como único organismo responsable de organizar la Copa Mundial Femenina y la Copa del Mundo, la FIFA participa en todo aquello que representa dinero, tales como: derechos de transmisión por radio y televisión; mercadeo y licencias de todos los eventos a celebrarse bajo su supervisión; derechos de alojamientos y hospitalidad en hoteles y villas deportivas; por la venta de entradas a los eventos deportivos. En los derechos de transmisión la competencia de los patrocinadores es tan agresiva, que, en ocasiones se han denunciado otorgamientos de licencias mediante métodos cuestionables.

Con respecto a la declaración de sus gastos la FIFA mantiene cierto hermetismo, lo que hace suponer que sus niveles de egresos están muy por debajo de los volúmenes de ingresos; tanto es así, que, en los costos de infraestructura para celebrar los eventos de la Copa del Mundo, la entidad lo deja a los países anfitriones. Debido a sus altas ganancias, la FIFA es considerada una multinacional deportiva.

Por Julio Gutiérrez Heredia, CPA
Miembro 1001 del ICPARD
Auditor Forense

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