Una nueva corriente política ha surgido en Americana Latina, que está desplazando a la vieja partidocracia. Desde el año 2019, Se han celebrados 19 elecciones presidenciales y solamente en dos obtuvieron la victoria los partidos oficialistas. Daniel Ortega en Nicaragua, en el año 2021 de forma dictatorial y Santiago Peña en Paraguay en el 2023.
La crisis económica mundial, agravada por la pandemia y la guerra en Ucrania, ha disparado el costo de la vida. Afectando drásticamente a las clases media y baja. Desatando el malestar de ambos segmentos sociales y el contundente rechazo a los gobiernos, que aplican políticas proteccionistas a las inversiones de las elites.
La insatisfacción ha llevado los pueblos a exigir mejores condiciones de vida y más equidad en la distribución de los recursos económicos. Claman por la aplicación de manos duras contra la corrupción administrativa, la impunidad, la delincuencia de cuellos blancos y la inseguridad ciudadana.
Los gobernantes que les sirven al poder económico dominante como instrumentos para aumentar su riqueza. Permitiendo el deterioro de las condiciones de vida de la mayor parte de la población, están siendo expulsados del poder. En las próximas elecciones, tendremos la oportunidad de elegir. De cada uno de nosotros dependerá el rumbo que tome el país
Por tal razón, debemos votar siguiendo los dictados del corazón, no por las prebendas, que nos entreguen. Podemos tomarlas, porque provienen de los recursos de todos. Pero, como el voto es secreto, debemos tener presente que estamos decidiendo el futuro del país.
El presidente Luis Abinader está llegando al final de su gestión y busca reelegirse, con pocos logros en la lucha contra la corrupción y la invasión pacífica haitiana, dos elementos cruciales para el desarrollo del país. Inició la constituyendo de un muro, que resultó en un despilfarro de recursos, que pudieron usarse para cubrir otras necesidades.
Solo la aplicación de las leyes migratorias y laborales puede controlar el flujo migratorio. Un buen ejemplo es Panamá, uno de los países más próspero de América Latina. Pero, la empresa que no cumpla la ley laboral, se le impone una fuerte multa y en cuando es reincidente es clausurada. En el caso migratorio, a cada extranjero ilegal se impone una multa de 50 dólares mensuales.
Por otro lado, Leonel Fernández quien, en sus tres períodos de gobiernos, estableció una cultura de corrupción administrativa que permanecerá por mucho tiempo. Está en campaña buscando volver acompañado por los mismos personajes de sus pasadas gestiones. Por ende, no se puede esperar ningún cambio.
Un sondeo realizado por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), encontró resultados alarmantes. Los datos revelan que el 66.1% de los jóvenes de 18 a 21 años, desean migrar hacia otros países con mejores oportunidades laborales, seguido de los de 22 a 25 años con un 61% y de 26 a 30 (59.4%), los de 31 a 35 años, con un 54.2%.
Son datos preocupantes, cuya solución depende del presidente que llevemos al poder. El fenómeno Bukele en El Salvador, es percibido como la única esperanza de los países de la región, de que continúen surgiendo líderes con cualidades similares.
- ¿Cuál de nuestros candidatos podría tener el coraje para seguir los pasos de Bukele?
Es la pregunta que cada votante debe hacerse a la hora de ejercer su derecho al sufragio. El Dr. Roque Espaillat (El Cobrador) es el único sin compromiso y la valentía para seguir los pasos del salvador de un país que estuvo peor que el nuestro.
POR ELIAS SAMUEL ROSARIO MATA