En muchos aspectos del discurrir por la vida del ser humano, la mayoría de los conflictos, antes de llegar a la contienda física, se busca una solución pacífica, en base al diálogo y el intercambio de ideas, para llegar a un acuerdo y/o conclusión favorable a ambas partes con posiciones discordantes.
Para lograr alcanzar un consenso entre las partes, es necesario el uso de dos vocablos que, etimológicamente podrían significar lo mismo, pero en su aplicación, tienen diferentes interpretaciones, en especial, si el punto de inflexión, esta referenciado con un determinado objetivo, para favorecer a una persona o grupo de personas; esas dos palabras son: armonizar y consensuar. Cuando ambos vocablos adhieren criterios, se dice que hubo “conciliación”.
Todo lo anterior lo expreso de esa manera, en base a una propuesta publicada en la prensa escrita del país, en la cual se informa el interés de la Junta Central Electoral (JCE) de volver a utilizar los controvertidos escáneres de las elecciones del 2016. El uso de esos aparatos electrónicos, no creo que puedan lograr un acuerdo consensuado en la mayoría de las instituciones políticas, conociendo de la experiencia desagradable sufrida en aquel entonces.
Ahora, después de seis años de almacenados, arrastrando un costo de 39.7 millones de dólares, “gastados”, para digitalizar el acta de los Colegios Electorales, cuya novedad (“vendida” al pueblo), para evitar la escritura a mano y eliminar el traslado de los justificantes de las mesas a las Juntas Electorales Municipales o Distritales.
Aparentemente, los miembros actuales de la JCE, no se acuerdan del intento fallido del modelo de votación electrónica, sufrido en las elecciones del 2020, para la escogencia de las autoridades edilicias. Tampoco recuerdan, los actuales miembros de la Junta, al tomar posesión de sus respectivos cargos, expresar su preferencia en utilizar la votación manual, debido al sabor amargo de la experiencia pasada.
A que se debe el cambio de opinión de las autoridades de la JCE. Cuando tomaron posesión de sus cargos, aborrecían los escáneres, pero en la actualidad se están haciendo los aprestos para la revisión de esos equipos y si funcionan, serian utilizadas en las elecciones del 2024. Esos funcionarios argumentan que la Junta, al operar los escáneres, no tendría que incurrir en una inversión como la que se realizó en el 2016.
Es notorio el caso de como los funcionarios públicos hacen uso de los bienes del Estado sin preocuparse por las consecuencias económicas de sus decisiones, ya que, la utilización de esos escáneres, cuyo costo fue de casi cuarenta millones de dólares, ahora, en el 2022, de seguro que estarán afectados por el virus de la obsolescencia y, podríamos caer en la frase aquella de “…si vale más la sal que el chivo…”.
Habría que evaluar, después de seis años de estar almacenados los escáneres, si la configuración de su software, no ha perdido actualización y, si los puertos, adaptadores, conectores y los comandos se ajustan a diseños actuales, puesto que, en materia de las innovaciones electrónicas, la tecnología cambia drásticamente de un lustro a otro.
Si se fuera a auditar la decisión de la Junta Central Electoral, mediante una Auditoría de Cumplimiento, estoy seguro que, la opinión, en el Dictamen, seria “Con Salvedades”, debido a las incertidumbres acerca de la efectividad del uso de estos escáneres, en las futuras elecciones, por las circunstancias experimentadas en el pasado.
Por Julio Gutiérrez Heredia, CPA
Miembro 1001 del ICPARD
Auditor Forense
