Si el estudiantado dominicano tiene problemas de aprendizaje en su idioma natal, manifestando desconocimiento en la ortografía, la dicción y la comprensión; también, en aspectos gramaticales como la conjugación de los verbos, la identificación de los términos sujeto y predicado en una oración, ni hablar de lexemas y fonemas; entonces ¿cómo sería su “inmersión” en una lengua foránea?
El conocimiento de un idioma extranjero, debe cumplir con los tres niveles básicos de comunicación: la manifestación escrita, la expresión oral y la comprensión del dialogo establecido. De los tres, el más fácil es la expresión oral. Para los otros dos, se necesita apoyarse en métodos didácticos, para dominarlo a cabalidad.
La intención de desarrollar un programa de inmersión que facilite a los estudiantes de todos los niveles el conocimiento del idioma inglés, a mi entender fue un desahogo político, puesto que no se hizo un inventario de las personas con conocimiento exhaustivo para impartir dicho idioma. Por tal razón, en las “inmersiones”, se hacía más énfasis en la interacción oral, que otros procesos vinculados con la escritura y, la parte mas importan te, conocer los aspectos culturales de la lengua anglosajón.
En el idioma inglés, una de las mayores trabas se detecta en dominar la conjugación de los verbos irregulares, como igual sucede con el español, puesto que una palabra calificada como verbo, al momento de expresarla en el tiempo, cambia radicalmente su raíz. Es lo mismo la desorientación que produce la frase: “to be, or not to be”, cuando se pretende ubicarla en el pretérito, presente y futuro. Por lo que me supongo que en esos programas no se puso interés en conocer los tiempos, tales como: “past continuous tense; present continuous tense, etc”.
Para desarrollar un programa de inglés a nivel inicial, es decir, en la educación primaria, todos los profesores, de todas las asignaturas, deben saber y dominar el idioma ingles en sus áreas, por tal razón, la idea de desarrollar dicho programa, se complica debido a la falta de profesionales con un currículo orientado a la impartición de docencia.
Si la idea es abarcar los niveles secundarios y universitarios, se tendrá que pensar en profesionales con un elevado conocimiento del inglés, pues esa enseñanza tendrá que transitar de la mano con métodos, tales como TOEFL y IELTS, que son exigidos internacionalmente, para medir el grado de conocimiento de un aspirante a una beca o un puesto de trabajo.
Si la tarea de las autoridades encargadas del desarrollo intelectual de los estudiantes dominicanos, es promover la enseñanza bilingüe en las escuelas y colegios privados de todo el país, deben de poner en contexto que, para llevar a cabo esa altruista labor, tienen que comenzar por un módulo, a manera de ensayo e irlo promoviendo conforme a las experiencias obtenidas. Con esta metodología, todos los estudiantes, sin importar su localización geográfica en el país, recibirán “el pan de la enseñanza”, pero ahora en dos idiomas.
El éxito de esa iniciativa dependerá de cómo las autoridades organicen los pensum o programas, de manera tal que, ese proyecto se convierta en un elemento invasivo del idioma español, ya que, los niños, desde la primaria tendrán conocimiento de palabras y frases en ingles que querrán manifestarla en cualquier ocasión, más aún cuando un padre o una madre quieran preguntarle algo a su pequeño hijo o hija, ¿él o ella le responda “duyus pikinglis?
Por Julio Gutiérrez Heredia, CPA
Miembro 1001 del ICPARD
Auditor Forense