La proclama emitida por la Junta Central Electoral (JCE), que declara abierto el periodo de precampaña, en ocasión de las próximas elecciones generales, donde se elegirán las autoridades municipales, congresuales y presidenciales, contiene datos que todos los ciudadanos debemos de conocer, a los fines de darle seguimiento al referido proceso político.
De acuerdo con las informaciones contenidas en el referido documento, la cantidad de personas con derecho al voto, para el 2024, sobrepasan en 736 mil, 369 votantes, con respecto, a los 7 millones, 529 mil, 932 sufragantes del 2020. En esa Proclama, aparecen datos relacionados con la cantidad de habitantes por localidad, importe per cápita, para el gasto tope de la campaña electoral, de los aspirantes, según las cifras extraídas del Padrón Electoral.
Si la JCE logra establecer y mantener los controles con respecto al “gasto tope electoral”, deberá apoyarse en una especie de banco de auditores para darle seguimiento a una actividad tan desconcertante y difícil de administrar con eficacia y transparencia, como es la política en la República Dominicana.
Las elecciones del 2024 serán celebradas en febrero (las municipales) y en mayo (las congresuales y presidenciales), de ese año. Se espera que las mismas, se efectúen en las fechas acordadas, para no sufrir los traumas del 2020. Desde luego, en esa ocasión, el pueblo dominicano estaba experimentando una situación especial, por el efecto de la pandemia, en el caso de las presidenciales; porque, en cuanto a las municipales, forman parte de la historia no contada.
Los resultados electorales de la contienda del 2020, marcan una tendencia de que, ninguno de los cinco grandes partidos, ganarían los comicios por obra y gracia de los votos propios; es decir, para ganar, han tenido que utilizar “el bastón” de la alianza. Esa característica del sistema político dominicano empuja a la proliferación de organizaciones con inclinaciones partidistas.
Hay que resaltar los acontecimientos y escarceos que experimentaron la mayoría de los cinco partidos con vocación mayoritaria, como son: el PLD, el PRM, el PRD, el PRSC y la FUPU, que han utilizado el tiempo de actividades políticas para sonsacar a miembros de otros partidos y, de ese modo, aglutinarlos a su organización política. En muchas ocasiones, el efecto de esas actividades daba como resultado la teoría de “los vasos comunicantes”; es decir, todo se quedaba igual en las bases.
En casi cuatro años de haber pasado la celebración de las elecciones generales, el escenario político se ha desarrollado entre el partido gobernante y dos partidos de la oposición. Esto significa que el aumento de casi 750 mil nuevos votantes, para los comicios del 2024, es apenas un 15 % más del total de votos obtenidos por el partido en el poder, con respecto a su más cercano oponente.
Para ganar las próximas elecciones, los interesados deben aprovechar las ventajas que ofrecen las alianzas, ya que ese tipo de estrategias, aunque solo signifique un 12 % del total de los votos válidos, no se puede obviar, debido a que, al crisol de los colores partidarios, en el arcoíris, cuando se unen todas las tonalidades, el resultado es un color diferente. Ya comienza a tornarse de otro color, el ambiente político criollo, con la última “alianza” efectuada en esta misma semana. Es bueno recordar que, para ganar, debe haber otro que pierda, las alianzas dirán.
Por Julio Gutiérrez Heredia, CPA
Miembro 1001 del ICPARD
Auditor Forense